Desde el balcón del comedor recogemos el sol de poniente, el sol del oeste, el sol brillante y amable del medio día. Si de algún lugar de la vivienda se puede combinar la lectura, la música, un refresco y por supuesto el placer de dejarse ir acompañado por el placer del voyeur “discreto”, es en este balconcito.
La vivienda es amplia, luminosa, bien distribuida, cómoda, funcional. Con armarios en todas las estancias.
En la parte de atrás y dando a un patio de manzana tenemos las habitaciones, grandes y frescas, y por supuesto con aire acondicionado (por si hiciera falta).
Personalmente esta distribución me place verdaderamente, ya que además de ser una zona fresca, es silenciosa. Remarcable también la presencia de un segundo balconcito al que podemos acceder desde las dos habitaciones dobles.
Muchos son nuestros amables clientes que repiten al reservar en Sitges en el “Love in Cuba”, ya que su generoso comedor y su bien surtida cocina, permiten un uso más próximo al de vivienda habitual que al de apartamento para “dormir”.
Me gusta recomendar el “Love in Cuba”; cuando salgo a la calle me siento en el cómodo centro, al lado de todo. -Me visto ligero y salgo a pasear-, ahí mismo encuentro de todo. – la casa me hace sentir muy bien. Y la calle también -.
Camino por el centro, bajo por la calle Santiago Rusiñol, atravieso el edificio Miramar y ¡ya está!: La playa.
Feliz estancia viajero! Y feliz viaje.
“Love in Cuba”
El barrio
Esta vivienda turística está ubicada en la Calle Isla de Cuba, en pleno centro de Sitges.
La pintoresca ciudad de Sitges es un antiguo poblado de pescadores que conserva la magia de sus estrechas calles empinadas, adornadas por amplias casas blancas que parecen evocar un poblado costero de Grecia. Destacan importantes notas medievales y se extiende por 4km de playa, donde encontramos el puerto deportivo de Aiguadolç, uno de los mejores del Mediterráneo. La ciudad antigua, cuya oferta arquitectónica y cultural es impresionante, está situada en una colina al lado del mar, en torno a la Iglesia de San Bartolomé y Santa Tecla (s. XVII). Cabe resaltar la amplia variedad de restaurantes y bares de reconocida calidad.
Muy cerca del puerto se encuentran algunas de las mejores playas de la zona, como la de las calas de Balmins, playa nudista y familiar, y la de la playa de Aiguadolç. Además de la náutica, está el histórico Club de Golf de Terramar y dos centros hípicos. A solo diez minutos de paseo llegará al casco antiguo de Sitges, entre estrechas calles llenas de encanto y edificios repletos de historia.
Arte y cultura
La agenda cultural de Sitges cuenta con importantes encuentros como el Rally Internacional de Coches de Época (de Fiesta de Interés Turístico Nacional), el Festival Internacional de Cine de Cataluña o la celebración del Corpus Christi. Además, el visitante puede aproximarse a la cultura de la zona a través de tres museos. La casa taller de Rusiñol expone, junto a las suyas, obras de El Greco, Zuloaga y Picasso. Por su parte, en el Museo Maricel se pueden admirar colecciones de arte Románico, Gótico y una pinacoteca de Arte Moderno. Para profundizar en la sociedad catalana del siglo XIX, una visita al Museo Romántico es imprescindible.
Comunicaciones
La estación de trenes de cercanías está a diez minutos a pie. A pocos minutos de los autocares que llevan a Barcelona, entre otras destinaciones. Próximo a Barcelona (30 km) y al aeropuerto de El Prat. En menos de 10 minutos estará tanto en la autopista como en la estación de trenes de cercanías.