Exquisito dúplex de alta montaña en el centro del pueblo de Llívia. La casa, de 115m2 y recientemente restaurada, es ideal para disfrutar de unos días de relax -con amigos o familiares- en una de las regiones más encantadoras del Pirineo catalán, La Cerdanya. Fachada de piedra restaurada, decoración de montaña de alto nivel, pisos de madera melis, carpintería veka alemana, gran chimenea en el comedor, excelente ubicación en el centro de la ciudad de Llívia … Esta hermosa casa es el lugar ideal para disfrutar de los Pirineos. Puede alojar hasta seis personas: tiene tres habitaciones cómodas, con televisor de pantalla plana. Cuenta con un baño completo y un aseo, cocina totalmente equipada y recientemente renovada. En la sala de estar, de generosas dimensiones dispones de un equipo de música BT y Netflix para el disfrute de los huéspedes. Tiene una gran chimenea que hará que las noches de invierno sean cómodas y acogedoras. La casa tiene dos entradas, una que da al centro de la ciudad y otra al campo, desde donde se ve un paisaje maravilloso.
Alrededores
Aunque pertenece administrativamente a la provincia de Girona, en realidad Llívia es una isla catalana en pleno territorio francés. Esto se debe al Tratado de los Pirineos, firmado entre los reinos de Felipe IV de España y Luis XIV de Francia en 1660. Pero más que por este hecho, Llívia es conocido por tratarse de un destino turístico de primer nivel: tanto el pueblo como su entorno desprenden un encanto embriagador. Enclavado en plena comarca natural de la Cerdanya, Llívia ofrece a los visitantes una gran variedad de posibilidades durante todas las épocas del año, tanto deportes de aventura (escalada, barranquismo) como actividades familiares (cicloturismo, barranquismo familiar, nordik walking, etc.). La belleza de los paisajes —conformados por cumbres perfiladas, lagos cristalinos, bosques y llanura—, así como la pureza del aire pirenaico, invitan a seguir alguna de las rutas naturales que cruzan la comarca. Un verdadero paraíso para los senderistas y amantes de la naturaleza. En invierno, gracias a su privilegiada situación estratégica, Llívia se convierte en un destino perfecto para los amantes del ski, pues está rodeada por algunas de las mejores pistas de los Pirineos, tanto de la parte española como de la francesa: Les Angles, Lles, Puyvalador, La Molina, Porte Puymorens, Ax 3 Domaines, Formiguères, Masella y Font Romeu, entre otras.
Y tratándose del casco urbano, Llívia también ofrece alternativas interesantes: quizá lo más remarcable es el Museo Municipal, que incluye el material conservado de la Farmacia Esteva, considerada como la farmacia abierta al público más antigua de Europa, documentada desde 1594. Asimismo, el museo acoge una colección importante de material arqueológico que repasa la historia de toda la zona. Otra visita cultural que podemos aprovechar en Llívia es la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, una construcción datada en el XVI que se edificó sobre otro templo del siglo XI y de la que se aprovecharon los materiales. En la Iglesia encontramos una exposición de objetos valiosos, entre ellos un Cristo considerado como la más bella talla de transición románico-gótica de los siglos XIII-XIV que inspiró al célebre autor francés Deodac de Severac su composición musical Las muletiers devant le Cristo de Llivia. Otra edificación que impregna de aire medieval a Llívia es la torre Bernat de So, construida entre 1584 y 1585 en el contexto de la rivalidad con la vecina Puigcerdà.
